Antes que nada quiero darles la bienvenida, muchas gracias por visitarme y leer esta historia, la que tanto disfruté escribiendo.

Nada podría hacer para agradecérselo,

Pablo Sanz.


Disclaimer

Los Personajes de esta historia no me pertenecen. Son propiedad de la señora Stephenie Meyer, autora de la Saga Crepúsculo, y por lo tanto, esta novela es solamente un Fan Fiction de mi autoría, que no guarda relación alguna con ella o cualquier otra cosa referente a su persona.
Aclaro esto, para evitar malos entendidos.

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viernes, 8 de octubre de 2010

Capitulo Trece: Douglas.


Gracias de nuevo por otra semana de espera, se que tal vez es mucho tiempo, pero prefiero hacerlo así, antes de entregarles un capítulo mal redactado y sin lógica!
Espero sepan comprenderme!

Saben que los quiero, a todos.


Unos dicen que el mundo sucumbirá en el fuego,
otros dicen que en el hielo.
por lo que yo he probado del deseo,
estoy con los que apuestan por el fuego,
pero si dos veces, el mundo pereciera,
creo que conozco lo bastante el odio,
como para decir que, en cuento a destrucción,
tambien el hielo es grande,
Y suficiente.

Robert Frost.


Douglas

Lloré sobre su hombro, mientras esperaba que los espasmos de mi cuerpo disminuyeran.

La rabia no dejaba que me tranquilizara, y mucho menos permitía que detuviera el llanto. Raphael se comportó de la manera más caballerosa, acariciando los rizos de mi cabellera, y susurrándome al oído que todo estaría bien.

Estuvimos parados en esa parte de patio central una buena cantidad de tiempo, y pude escuchar como la gente que circulaba por las inmediaciones, susurraba cosas sobre la situación que contemplaban tan atentamente.

Me hubiera gustado decirles que se marcharan, gritárselo, pedírselo, incluso suplicarles que se metieran en sus asuntos, y que por primera vez, dejaran de observarnos como si fuéramos alienígenas. Ni siquiera en un momento como ese, en el que lloraba a lágrima viva, los humanos se compadecían de nosotros.

Pero no encontré la fortaleza para hacerlo, y además, si hubiera perdido el control con ellos, luego me hubiera sentido peor de lo que ya estaba en ese momento.

No tenían nada que ver con aquello que me acongojaba.

Cuando le pareció que estaba lo suficientemente controlada, me tomó de la cintura y me llevó hacia uno de las bancas que se encontraban a los costados de camino de piedra que rodeaba el campus.

– ¿Qué es lo que ha pasado, Rennesme? ¿Quién fue el causante de ese llanto tan triste y desolador? – Preguntó compungido, como si mí dolor lo afectara también a él.

No respondí inmediatamente, pensé un segundo en todo eso que me amedrentaba. Mi amigo me observaba, pendiente de que contestara de un momento a otro.

Finalmente, contesté a su pregunta.

– Discutí con Michelle, escuché a su cita del domingo decir cosas muy feas de ella. Me pareció que, como amigas que creí que éramos, debía decírselo. Pero entendió todo mal, y terminó pensando que quería robarle a su chico. – Le conté. – Dijo cosas muy feas sobre mí. Que no tenía derecho a sabotear su relación, que me gustaba provocar a los hombres y que pensaba que todo el mundo giraba en torno a mí. – Se me quebró la voz.

– Eso no es verdad, y tú lo sabes. – Dijo. – No permitas que una humana insignificante te haga llorar.

– El problema es, Raph, que yo la quiero. Se convirtió en una gran amiga, tal vez no tanto como tú o Malenne, pero eso no cambia nada. Me dolió que me dijera todas esas cosas. – Y aunque ya había llorado demasiado, se me escapó otra lágrima.

– Lo que tienes que entender de los humanos, Rennesme, es que muchas veces son imprevisible. Mutan todo el tiempo, cambian. Lo que hoy es una verdad indiscutible, mañana puede parecerles absurdo. Muchos ni reparan en la pena ajena. No estoy diciendo que no haya personas buenas, pero esa chica en particular... – Colocó la mirada directo en mis ojos – Mira, seré honesto contigo, entré varias veces en la mente de esa niña, para ver cuales eran sus intenciones contigo. Al principio ella parecía una persona tranquila y de buenos propósitos, pero a medida que te conocía, su envidia iba creciendo más y más. Ella envidia todo de tu persona. Tu belleza, tu inteligencia, tu porte, tu ropa, tu cuerpo. – Enumeró. – quizás sea mejor que una persona así salga de tu vida.

– Pero dijo muchas veces que le gustaba ser mi amiga y estar conmigo. Que me quería – Balbuceé como una chiquilla en medio de una rabieta.

– Sí, ella te quiere, y te admira. Eso es verdad. Estoy seguro que hasta hoy, creía también que eras su gran amiga. Pero también te envidia y eso la nubló, pues eres todo cuanto ella quisiera ser. – Siguió. – No estoy diciendo que sea un monstruo, pero vi muchas veces en su cabeza lo mucho que odia que la conozcan como “la amiga de Rennesme Cullen” y no como Michelle White. Lo que le dijiste la puso en una encrucijada. Esta a punto de salir con Steve Collins, que si bien es un idiota, es un chico apuesto y muy popular aquí en la universidad. Y eso es lo único que les importa a las adolescentes, no a todas pero a gran parte de ellas, la popularidad, salir con chicos guapos, ir de compras. Entonces tenía que decidir entre cumplir el status social o creerle a su amiga. Tal vez no lo entiendas porque no conoces mucho el mundo. – Dijo. – Los humanos están demasiado pendientes de lo que piensan los demás de ellos. A veces solo intentan lograr objetivos para demostrar a los otros lo que han hecho. Algunos son demasiado vanidosos y otros no tienen un ápice de autoestima. Es complicado para ellos quererse a si mismos de una manera sana y normal. Michelle te quiere, pero toda esa envidia que siente contaminó el afecto... Y al momento de decidir, lo hice de la peor forma.

Su razonamiento me pareció muy acertado, pero no disminuyó el dolor. Sin embargo, que bien que me sentía con Raphael a mi lado. Su compañía era diferente a cualquiera que había tenido hasta entonces. No era como cuando estuve con Malenne toda la noche, solas en “Eternidad”, él no era tan alocado como su hermana. Sin embargo, disfruté enteramente su brazo detrás de mi espalda, consolándome.

Entonces a lo lejos pude distinguir a Malenne, seguramente vio mis ojos irritados desde por lo menos cien metros antes de acercase a nosotros, pero su andar fue lento, normal. Completamente humano.

Al llegar a nosotros, se agachó en frente de mí.

– ¿Qué pasó, amiga? – Su rostro se contrajo por la pena un momento – ¿Quién ha osado lastimarte? – y en un gesto que no entendí, miró de costado a su hermano.

– Yo no he tenido nada que ver con su llanto, Malenne. Solo ha pasado lo que te dije hace tiempo que pasaría. Michelle White lastimó a Nessie. – Dijo Raphael, con esa voz de Arcángel tan perfecta que tenía.

¿Acaso era tan obvio que eso pasaría? ¿Cómo no pude verlo venir?

Malenne volvió su mirada de nuevo hacía mí.

– No dejes que esa tonta mortal te haga estar triste. Nosotros no queríamos interferir porque creíamos que era algo que tú tienes que aprender. No todos los humanos son buenos, Nessie. Y en particular tu amiga Michelle, bueno, ya lo has visto por ti misma. Está resentida por muchas cosas contigo, pero aun así se esforzó en ser tu amiga. – Malenne me tomó del mentón y me obligó a fijar mis ojos en los suyos – Creo que ella te quiere, pero tienes que entender, amiga, que es una chica, y como toda chica, quiere que la adoren, que le digan que es hermosa y que no pueden vivir sin ella. Tú llegaste de aquel lugar tan lejano y le arrebataste la etiqueta de “Chica Hermosa”. – Hizo una mueca, y sonrió – Y de repente, ya nadie suspiraba por ella en los corredores, ya nadie la invitaba salir. Toda la atención fue puesta en ti. Y bueno, una vez que yo volví, también todos la pusieron en mí. Y eso también le molestó, pues ahora no tenía una sola competidora, sino dos. – Esta vez sonrió más abiertamente, como si le gustara que las demás la envidiaran – Todo lo que te estoy diciendo no es algo que haya pensado ella abiertamente, pero Raphael lo vio en su anima… Y el don de Raphael es preciso, indiscutible.

Luego se levantó y me abrazó. Fue un abrazo muy tierno, al principio suave, como una caricia, y luego me apretó fuertemente a su cuerpo.

– Te quiero Rennesme Cullen, jamás te lastimaré. – Dijo y besó mi coronilla con sus labios de mármol. No se porqué, comencé a llorar de nuevo.

– Gracias Malenne, yo también te quiero, y a ti Raphael, ustedes son la razón por la que me he quedado en Juneau tanto tiempo. Si no fuera porque ustedes aparecieron, hace tiempo que hubiera partido hacia Forks nuevamente.

– Eres un sol, Nessie. – Susurró – ¿Cómo puede existir gente que tenga ganas de lastimarte?

Y dicho eso, deshizo el abrazo y me tendió la mano para que me levantara.

– Ya lloraste demasiado, no admitiré una lágrima más. – Se acercó y puso su mano sobre mi corazón – Te ordeno que dejes de llorar.

La sensación que sentí a continuación fue algo completamente difícil de describir. Escuché la voz de Malenne con mis oídos, pero su voz de ángel también retumbó dentro de mi cabeza, en un eco que no tenía idea de donde prevenía. Y aunque hubiera intentando resistirme, me fue imposible no obedecer el mandato. De un modo completamente inconsciente, sentí como mis ojos se secaban. Fue extraño. Y entonces, pude percatarme que mis pupilas se refrescaban, y la irritación ocasionada por el llanto desaparecía.

– Eso ha sido magnifico... – Susurré atónita ante la demostración de su tremendo poder. – ¿Acaso hay alguien que pueda resistirse?

Ella sonrió, tan pagada de si misma como siempre.

– Todavía no he encontrado a alguien capaz hacerlo, aunque sigo pendiente de ello. – Y se carcajeó.

– Vamos Reneesme, no tenemos nada que hacer aquí. Vayamos a casa. – Dijo Raphael.

Y los dos me abrazaron, pasando sus fríos brazos por mis hombros. Al llegar al estacionamiento, nos dimos cuenta de que había un pequeño percance.

– ¿Llevaras tu auto a Douglas o prefieres dejarlo en el campus? – Me preguntó Raphael.

– No lo sé, no creo que se buena idea dejarlo aquí, ¿Verdad? – Dije.

– La verdad, no lo creo – Dijo Malenne, riendo – Raphael, ¿Porqué no manejas tú el auto de Nessie y nosotras vamos en el nuestro?

– Perfecto – Giró hacía mi coche y luego se volvió de nuevo hacía mí – Esto... ¿Me das las llaves, Ness?

Busqué en mi bolso, y las arrojé hacía él. Obviamente, las agarró en vuelo.

Se adentró en mi coche y lo puso en marcha.

– Ven conmigo, amiga... ¡prepárate para una carrera! – Y me guiño con uno de sus encantadores ojos dorados.

Nos sentamos en el coche, ella del lado del conductor y yo del acompañante. De verdad que era un auto hermoso, y lo contemplé con total detenimiento recién en ese momento, a pasar de que no era la primera vez que me subía en él. Tal vez porque contemplaba el auto con tal interés, Malenne me dijo:

– Te dejaría manejar si tuviera la certeza de que no te agarrará otro ataque de llanto, ya sabes, no es que tenga miedo que choques y nos hagamos daño – Hizo una mueca ante lo absurdo del supuesto – pero este es el auto preferido de mi hermano, y si recibe un solo rasguño, no creo que dude en prender una pira para matarme él mismo.

Ambos autos salieron del estacionamiento al mismo tiempo, tomando una curva que ni siquiera sabía que existía. Durante la primer parte del trayecto, me sentí agobiado por la discusión con Michelle, y recién entonces, me di cuenta de la seriedad del asunto.

El quiebre no tenía retorno.

Las dos habíamos dicho cosas muy feas de la otra. Y eso nuevamente, me dolió. Jamás había sido consciente de las cosas que Raphael y Malenne me había dicho de mi amiga. Nunca había sentido que ella envidiara algo de mí, pues siempre pensé en ella como un igual, pese a que fuera humana.

Una parte de mí, escondida, dio la razón a los hermanos Blancquarts.

¿Porque Michelle se tendría que ver amenazada por mí? Si nunca mostré preferencia por ningún chico, y nunca le di razón a alguno de ellos para que pudiera creer que tenía posibilidades.

Y entonces comencé a recordar varias situaciones que pudieron originar todo. Una de las primeras veces en las que había ido con Michelle al centro comercial, el vendedor era un hombre muy atractivo, y mi amiga había dicho que le gustaba. Pero entonces, entramos al local y él solo prestó atención a lo que yo decía. En ese momento no le había dado mayor importancia, y luego olvidé el asunto, pero había visto a Michelle poner una mala cara ante la situación.

Y también lo más reciente. Cuando visité su hogar. Me pareció que su padre me despidió de una forma inapropiada. Y seguro eso la molesto muchísimo.

Tal vez todas esas situaciones en conjunto, había logrado que generara todas esas emociones negativas hacía mí. Aunque tendría que haber entendido que no lo había hecho a propósito bajo ningún concepto.

Era mi naturaleza, mi belleza era un arma, una cualidad de predador. Una forma de atraer a mis victimas. Y aunque yo hubiera renunciado a mi natural fuente de alimento, eso no cambiaba nada. El arma seguía allí, lista para actuar ante la menor debilidad de mi sed. Pero yo no le podía explicar eso a Michelle. Y seguramente tampoco cambiaría nada. Incluso, empeorarían las cosas.

Entonces Malenne me habló, sacándome de mi burbuja.

– No deberías pensar más en el asunto, no por lo menos por ahora. Relájate, disfruta el fin de semana, y luego, si tú amiga quiere hablar, intentaras resolver algo. – Me recomendó, siempre dispuesta a ayudarme.

– No lo sé. No estuviste allí Mallie, su rostro se desfiguró de la ira. Nunca me hubiera imaginado que ella era capaz de pensar todas esas cosas tan... – No tenía calificativo.

– ¿Tan idiotas? – Finalizó Malenne, doblando a la derecha de la autovía a la que acabábamos de ingresar. – Ya te lo hemos dicho, No es una chica de pensamientos puros. Es materialista, mimada y pedante. Tal vez contigo no se mostró así por la misma intimidación que le daba tu presencia, pero nosotros la hemos visto pavonearse por el campus con sus demás amigas. Jamás la he oído hablar mal de ti, eso debo reconocérselo, pero al fin al cabo, te hubiera pasado exactamente lo mismo con cualquiera de las niñas tontas que hay por aquí. – Finalizó.

– ¿Eso te incluye a ti? – Pregunté bromeando.

– Tengo doscientos años, Nessie – Rió – Ya sé que no los aparento y me veo asombrosamente bien – Me guiño un ojo – pero créeme, ya he aprendido a manejar esas tonterías.

– ¡Doscientos años! ¡Eres una vieja decrepita! – Esta vez reí de buena gana. Estar en presencia de Malenne, era como una medicina para la tristeza.

– Más respeto con tus mayores, ¡chiquilla insolente! – Continuó con la broma. – Además cualquiera se vería viejo al lado tuyo, ¡tienes siete años! Y eso sin contar que eras un bebé cuando naciste.

– Mi madre también tiene siete años... de vampiro. – Dije, pensando en lo mucho que la extrañaba.

– Tu madre... – Reflexionó sobre el asunto un momento – ¿Sabes? Es extraño escuchar a un vampiro decir esa palabra. La mayoría no podemos aplicarla. En mi caso mi creador fue mi hermano, pero nunca le he dicho padre. – Miró el horizonte y sonrió – Pero tú si puedes, e incluso la connotación es del todo acertada. A veces hasta resulta raro que Raphael y a mí presentarnos como hermanos, pues en el mundo de los inmortales, algo tan tonto como eso puede resultar raro, pero ¿te puedes creer el asombro que nos llevamos nosotros cuando nos contaste tu historia? Al principio nos costó mucho creerla, pero todas las pruebas apuntaban a eso. A que no estabas mintiendo.

– Sí, ya se que soy una criatura de lo más rara, incluso en este mundo mítico. – Aseguré – Pero ya he aprendido a vivir con eso.

– No es ningún pecado ser diferente, Nessie – y separó una de sus manos perfectas del volante, y me acarició la mejilla.

Ese vinculo que habíamos logrado Malenne y yo realmente me gustaba. Era como si yo fuera su hermana menor, y ella estuviera dispuesta a protegerme de todo. De verdad, quería mucho a esa vampira rubia tan hermosa.

­– ¿Como lo haces? – Le pregunté.

– ¿Cómo hago que? – dijo, no entendiendo el significado de mi pregunta.

– ¿Cómo haces para ver todo desde un punto de vista tan madura, tan imparcial?

– Bueno, tener doscientos años y no haber dormido buena parte de ese tiempo, te ayuda a reflexionar sobre las cosas de una manera mucho más arbitraria. Pero créeme, también tengo mis cosas de niña tonta. – Respondió con toda franqueza. – Además, he vivido varias situaciones parecidas a las tuyas.

– Ah... ¿Si? ¿Cómo cual? – Mi curiosidad creció en un segundo.

– Como lo que pasó con Michelle, por ejemplo, me pasó una situación parecida. – Confesó.

– No lo dudo, teniendo en cuenta lo hermosa que eres, no deben faltar chicas que se lamenten no ser como tú. – Le respondí.

Me sonrió con toda su esplendida dentadura plateada.

– Gracias, Reneesme, pero lo que te estoy contando pasó hace mucho años. Todavía era humana. Recordaras la historia que te relatamos con Raphael. Lo que te voy contar ocurrió cuando tenía diecisiete años y como ya he dicho, no tenía más familia que a mi madre. Pero tenía una amiga, su nombre era Ivonne, y era parte de una de las pocas familias no venida a menos de nuestro vecindario. A pesar de que nosotros no teníamos ningún tipo de comodidad que ofrecerle en nuestra casa, ella solía visitarnos, a veces, durante horas. Éramos muy unidas, no solo porque nos conocíamos de toda la vida, sino porque realmente habíamos estado una al lado de la otra siempre. – Hizo un freno, y salió de la autovía en la que nos encontrábamos hacía bastante tiempo, para doblar en una calle más angosta. – Era una chica típica de la Francia revolucionaria, y lo único que pretendía de la vida era encontrar alguien de su clase con quien casarse y ser una dama respetada de nuestra sociedad. Ella estaba completamente enamorada del General Pierre Versace, un hombre de un destacamento muy cerca de nuestros hogares, que según decían, era terriblemente hermoso y muy adinerado.

Ivonne solía asistir a las fiestas de etiqueta que daban los acaudalados de nuestra sociedad de antaño. Tenía clase, y había estudiado todas las reglas de etiqueta que se aplicaban en esos días. Debo admitir que pese a eso, la belleza no formaba parte de sus virtudes. No era fea, tampoco, pero siempre me decía que pocos hombres la sacaban a bailar las piezas que se acostumbraban en esa época. Yo jamás concurría a esos eventos, porque no tenía dinero para poder pagar los caros y hermosos vestidos que las mujeres usaban para asistir, aunque en realidad, me hubiera gustado mucho. – Suspiró – Y en una de esas fiestas fue cuando lo conoció. Según había escuchado, el General era todo un conquistador. Mi amiga quedó flechada al instante. Y desde ese día, no dejó de hablar un segundo de él. Nos pasábamos horas en el jardín de su casa o la mía hablando del “Valiente General Versace”, o mejor dicho ella hablaba y yo escuchaba porque el hombre no me parecía para nada atractivo o siquiera interesante.

– Me impresiona la naturalidad con la que lo cuentas Malenne. A mi me resulta la mar de extraño imaginarte a ti en esa época, cuando te veo tan... – Busqué un calificativo – Contemporánea.

– Sí, puede ser, pero eso se debe a que tanto Raphael como yo somos bastante permeables a los cambios y a los avances en general. Imagínate, nacimos en medio de la Revolución Francesa, y aunque éramos pequeños fuimos conscientes de todas sus consecuencias a corto y largo plazo. También estuvimos después en la Revolución Industrial, Fuimos testigos de las dos Guerras Mundiales, de la Gran Depresión, del Holocausto judío, de la Caída del Muro de Berlín, de Vietnam. Tu padre y tu abuelo también deben haber visto alguna de estas cosas. – Contestó muy suelta de cuerpo.

– Sí, tienes razón, mi padre era humano cuando la primera Guerra Mundial estaba en pleno apogeo, luego la fiebre española azotó Chicago y cayó enfermo. Jamás pudo enlistarse por la gravedad con la que enfermó, y junto antes de morir mi abuelo lo transformó. Aunque su mayor sueño era convertirse en soldado. – Sonreí, imaginando a mi padre con una apariencia humana, piel sonrosada y ojos verdes, vestido de soldado. El amor me llenó el pecho. – pero, por favor, sigue contándome lo de tú y Ivonne.

Atrás nuestro, sonó en un bocinazo. Dimos vuelta instantáneamente, Raphael sacaba el brazo por la ventanilla de mi coche, y señalaba una calle que nosotras ya habíamos pasado. Él la tomó, y se perdió de vista.

– ¿A dónde va tu hermano, Malenne? – Pregunté un tanto extrañada por ese repentino comportamiento.

– Mmm... – Dudó – No tengo idea. Habrá olvidado algo que comprar o algo necesario para el fin de semana. – Entonces recordó continuar con la historia – Bueno, como te decía, el enamoramiento de mi amiga por el General era enorme, y lo cierto es que el hombre parecía corresponder a Ivonne. Una tarde, estábamos en casa. Yo preparaba un guisado para comer esa noche, y mi amiga estaba por partir a su casa, pues tenía que concurrir a una de esas magnificas fiestas. Terminé rápido lo que tenía que hacer, por lo que me quedé libre de ocupaciones antes de que Ivonne se fuera. Mi madre cenó y se acostó temprano, y eso me dejaba toda una noche sola por delante. Entonces a mi acompañante se le ocurrió una idea que me pareció fabulosa. “¿Por qué no vienes conmigo al baile?” me preguntó mi amiga – Malenne suspiro, como si eso no hubiera resultado de la mejor manera. – Obviamente, me emocioné mucho ante su invitación, pero la ilusión se me fue rápido, pues no contaba con un solo vestido decente para asistir al acontecimiento. Me dijo que ella tenía uno muy bonito, pero que ya lo había usado varias veces.

No me importó. Me fui con ella a su casa, con todo cuidado de no despertar a mi madre, pues sabía que no me hubiera dejado ir de ninguna manera. – Ella me miró, y compuso una mueca extraña, mezcla de nostalgia y tristeza – La cuestión es que terminé yendo a esa fiesta, con un vestido muy lindo color marfil, que me quedaba un tanto largo y apretaba en el busto, pero que dentro de todo, me quedaba bastante bien.

– No te imaginas al mundo al que ingresé, Nessie – Continuó – era perfecto, es como si la pobreza no existiera tan solo a unas calles de la enorme mansión donde nos encontrábamos. Todos reían, nadie parecía enojado y mucho menos preocupado por la escasez de alimentos, la inestabilidad del gobierno y la ola creciente de enfermedades. Hablaban de sus viajes, de sus fortunas, y tantas otras cosas triviales. Debo admitir que me sentía cómoda en el lugar, a pesar de que los temas de conversación dejaban bastante que desear. Todos me miraban, no porque el atuendo no me quedara del todo bien, sino que me contemplaban a mí. Muchos caballeros mostraron interés por compartir una pieza de baile. Y acepté en más de una ocasión. Todos me decían que era la doncella más hermosa de toda la región, que nunca me habían visto en otro baile y que esperaban contar con mi presencia en los futuros eventos. – Malenne contaba todo aquello como un gran suceso, pero luego, cambió la expresión, y esta se tornó un tanto molesta. – y entonces pasó lo peor. Versace se acercó a mi lugar, dejando sola a mi amiga. Me tomó confiado de la mano, y prácticamente me arrastró hasta la pista de baile. Hubiera sido muy descortés rechazarlo, además era uno de los hombres mas poderosos de toda la cuidad, por lo que bailé una sola pieza. El habló en todo momento, elogiándome y diciendo que era la criatura más hermosa que sus ojos hayan visto. Yo agradecía sus cumplidos, y en cuando pude, me disculpé y me acerqué a mi amiga, que tenía una expresión iracunda. Le dije que no se preocupara, que no me interesaba en lo absoluto su General y que no bailaría ni una pieza más con él. – De modo que a eso se referían cuando me dijo que le había pasado algo muy parecido a lo mío con Michelle.

– Sigue, por favor – la incité.

– Básicamente no pasó mucho más esa noche. El General me pidió que bailara y lo rechacé inventando una dolencia. Me quedé sentada en resto de la velada, y mi amiga disfrutó de un momento con el hombre del cual estaba enamorada. Muchos se acercaron, e hicieron exactamente lo mismo que los anteriores. – Mi amiga puso los ojos en blanco – Halagarme, invitarme a bailar, pasar un fin de semana en algunas de sus tantas propiedades. No sé exactamente porqué no dejaba que se acercaran, ¿Sabes? En esa sociedad yo era insignificante, una mujer pobre, incapaz de valerse por si misma en nada. La única arma que tenía era mi belleza. Podría haberla utilizado en ese lugar. Cualquiera de los hombres de esa habitación estaba dispuesto a poner sus fortunas a mi disposición – Soltó una risa de lo más angelical – Pero no lo hice. Incluso hoy me sigo pregunto por qué. Tal vez se debía a que algo en mí esperaba a Raphael. – Sus ojos adquirieron un matiz amoroso que me cautivó. – Los días siguientes transcurrieron en una situación de más incomoda. El General comenzó a enviarme flores y costosos regalos. Yo los rechazaba cortésmente. Mi madre me interrogaba acerca de lo sucedido y no tuve más remedio que mentir. Hasta que un día pasó lo peor de todo. Estaba sentada en el jardín de mi hogar tomando el té con Ivonne. A ella se le había pasado el mal humor por lo acontecido en la fiesta. La razón fue porque no se enteró de la lluvia de regalos del General. Y entonces dobló en la esquina un carruaje de lo más lujoso. De madera oscura tallada y caballos acicalados y hermosos. De su interior salió el señor Versace, caminó hacia nosotras envestido con esa arrogancia que lo caracterizaba. Y lo que pasó a continuación fue de lo más shockeante. Se arrodilló ante mí, como si mi amiga no estuviera ahí, o peor, como si fuera parte del decorado del jardín, sacó un anillo con un enorme diamante y me pidió la mano en matrimonio. – Contuve el aliento, y ella me observó, nada sorprendida ante mi reacción – Bueno, el resto de la historia te la puedes imaginar. Lo rechacé, no solo por mi amiga, sino también porque no podía irme de la casa, mi madre me necesitaba. Pero el episodio, igualmente, me costó la amistad con Ivonne. Nunca más volvió a mi casa después de eso. No volvió a hablarme, y las veces que nos encontrábamos por casualidad, ella disimulaba no haberme visto.

– Lo siento de veras, Mallie. Jamás me imagine que podría haberte pasado una cosa así. – Le dije.

– Pero ¿Porqué te disculpas?, tonta. ¿Qué tienes que ver tú con ese episodio? – Sonrió. – Solo te lo he contado para que sepas que soy capaz de entenderte. No fue mi culpa que el General haya intentado cortejarte y no fue tu culpa que Michelle haya reaccionado de la peor forma. La belleza a menudo es más una molestia que otra cosa.

– Vaya, realmente lo siento por tu amiga Ivonne. – Dije, pensando en la pobre mortal que vivió hacia tanto tiempo ya.

– No te preocupes. En realidad, al final obtuvo lo que quiso. Versace le pidió que sea su esposa unas semanas después de que lo rechacé. Tal vez se dio cuenta de que ya no era un jovencito que podía flirtear con toda doncella que se le cruzara. En ese tiempo no estaba bien visto que un hombre no armara familia. Aunque yo en su lugar no hubiera sido tan insensible, habría esperado un poco más para pedir la mano de mi amiga, luego de que lo rechacé. Por lo que sé, se casaron unos meses después de eso, y hasta que viví en Francia, no escuché rumores de que su matrimonio estuviera camino a la ruina.

– Sí, bueno. Yo jamás me hubiera contentado con ser la segunda opción. – Contesté con respecto a su afirmación. – porque eso es lo que fue. Cuando tú lo rechazaste, él recién pidió la mano de tu amiga... – Concluí.

– Sí, tienes razón. Pero ella aceptó, al perecer, no le molestó en lo más mínimo ese detalle. Quizá estaba segada. El amor nos obliga a hacer cosas realmente estúpidas, o por lo menos eso creo. – Dijo Malenne. Luego miró alrededor, y apretó el freno delicadamente. – Ya hemos llegado. – Anunció.

Me había introducido tanto en la historia que no me había dado cuenta de que estábamos llegando. Frente a mí estaba una casa de lo más imponente. Miré a mí alrededor, y nos encontrábamos en un lugar completamente alejado.

Parecía poco probable que mis amigos tuvieran un vecino siquiera.

La casa era hermosa. Tenía una arquitectura muy moderna. Las líneas eran rectas, y su fachada era más bien cuadrada. Los ventanales, enormes y rectangulares, tomaban gran parte del frente. El color era un bonito tono pastel, azul muy claro o un gris pálido, que combinaba perfectamente bien con el negro de las ventanas metálicas. Parecía grande. De afuera se podían apreciar tres pisos. El último era un poco más pequeño, pues desde afuera, podía verse la enorme terraza que tenía el edificio en la planta más alta. La puerta principal era una abertura doble, que tenía dos pequeñas ventanillas a sus costados.

Malenne se bajó, y activó la alarma del BMW. Buscó en su bolso y extrajo unas llaves. Buscó rápidamente entre todas ellas y colocó la elegida en la cerradura.

– Perdona el desastre, pero nos hemos quedado sin mucama, ya sabes, no podemos tenerlas contratadas mucho tiempo, pues notarían que no envejecemos. – se disculpó antes de dejarme ver siquiera el interior.

Pero lo cierto es que no había desorden alguno. Excepto que, quizá, alguna silla estuviera fuera de lugar o cualquier otra tontería.

La sala era enorme. Y era tan alta como, por lo menos, dos pisos de la casa. Estaba decorada por pinturas de diversos artistas, y amueblada con muy buen gusto y finura. Había una gran mesa redonda en el mismo centro, y un televisor de vaya uno a saber cuantas pulgadas en frente de un sofá colosal de color negro. Al fondo de la habitación, estaba una escalera que subía a los pisos superiores.

– Este lugar es fantástico Malenne. Mi departamento debe haberles parecido una caja de zapatos, viviendo ustedes aquí. – Dije riendo a mi amiga.

– Claro que no, tonta. Además este lugar es así porque Raphael dejó salir el arquitecto de su interior. Él hizo los planos de esta casa, y yo la decoré. Pero a ninguno de los dos nos molestaría si el lugar fuera más pequeño. – Contestó, restándole importancia al magnifico lugar en el que vivía.

– Claro, debía suponer que ya había estudiado muchas veces en la universidad. – Reí ante lo tonta que había sido. Pero si tenía doscientos años.

– Sí, bueno, Raphael es arquitecto, abogado, medico... creo que se me está olvidando algo. – Dudó – Yo estudié muchas cosas, soy diseñadora de modas, psicóloga, odontóloga – Sonrió enseñándome sus dientes, perfectamente derechos y blancos – arqueóloga. – Concluyó.

– Vaya, si que son todos unos profesionales. – Sonreí.

– Hay que saber de todo un poco para poder mantener nuestras finanzas. Aunque de eso se encarga Raphael. Él es que aumenta nuestra fortuna. – Contestó dirigiéndose hacia la mesa enorme y apoyando sus cosas en ella.

– ¿Y tú que haces? ¿La administras? – Me burlé.

¡Claro que no! ¡Yo me dedico pura y exclusivamente a gastarla! Es un trabajo a tiempo completo. – Y se carcajeó con tanta naturalidad que el sonido fue armonioso, como si estuviera cantando. – Bueno, vamos arriba, dejemos tus cosas en el cuarto de huéspedes.

La seguí hasta el fondo de salón de estar y subimos por la escalera que nos condujo al segundo piso. El corredor que nos guiaba hacia las habitaciones estaba completamente cubierto de espejos. Laminas enormes que cubrían la totalidad de la pared desde abajo hacia lo más alto. Eso seguramente había sido idea de Malenne. Y como respuesta a mi cuestionamiento interno, ella observaba su reflejo y arreglaba su cabello mientras caminábamos.

Pasamos una habitación. – Este es mi cuarto, después te lo mostraré, primero me gustaría que acomodemos bien tus cosas. – luego seguimos de largo a la segunda puerta. – La habitación de Raphael, no le gusta mucho que entren a su cuarto, pero supongo que esta vez hará una excepción. – Y finalmente llegamos a la última puerta del corredor. Malenne giró el picaporte y la abrió. – La hemos preparado por si quieres dormir durante el fin de semana. – Dijo, y se corrió a un lado para permitirme el paso.

La habitación era magnifica. Las paredes estaban pintadas con un azul profundo, muy relajante a la vista. La cama era enorme, con un acolchado en azul francia y una cabecera colosal de madera oscura, tallada con figuras de ángeles. El piso estaba completamente cubierto con una tupida alfombra de color crudo, en combinación con el techo pintado de blanco. De frente al lecho, había un ventanal enorme, con cortinas de seda blanca en sus costados, que daba a un balcón espacioso. El resto del mobiliario combinaba perfectamente bien con la madera del cabezal. Una mesa pequeña en una esquina, con su correspondiente silla del mismo estilo. Una chimenea encendida en la pared paralela a la cama, que apuntaba directo a la puerta de entrada, y que era una de las primeras cosas que podías ver al ingresar al dormitorio.

– Raphael insistió en decorarla a tu gusto, y me he encargado de eso desde que nos confirmaste que vendrías. – Dijo mi amiga, sonriendo ante mi cara de tonta. – Te gusta ¿Verdad?

– Claro que si... – Dije, me había quedado sin aire, ese fue uno de los gestos más bonitos que ellos hubieran podido hacer por mí. Redecorar una habitación de su casa a mi gusto solo por un fin de semana. – Es hermosa, pero no era necesario, Malenne.

– Claro que lo era. Si quieres estar en la casa Blancquarts, tienes que tener tu espacio. Bueno, este es el tuyo. – Y abrió los brazos abarcando todo la habitación. – Sé que no has traído mucha ropa, pero el closet esta en esa puerta – Dijo, apuntando hacia la esquina que no era visible desde la entrada a la habitación. – Y el cuarto de baño está pasando el armario. – Finalizó.

Me había quedado totalmente sin palabras. Así que me limité a terminar de entrar al cuarto y poner mi maleta sobre la gigante cama.

– Raphael debe estar por llegar. Supongo que fue a terminar los detalles de otra de las sorpresas. – Dijo mi amiga, apoyada tranquilamente sobre el marco de la puerta.

– ¿Acaso hay más? – Pregunté asombrada – Malenne, por favor, ya ha sido suficiente que me hayan invitado a su casa. No es nada necesario, por favor, háganme caso, aunque sea una vez – Supliqué.

– Reneesme, los Blancquarts siempre nos salimos con la nuestra... – Sonrió – Así que lo único que puedes hacer es dejar de quejarte. ¡Este fin de semana será grandioso!

Y en ese momento, se escuchó el ruido de un motor dirigiéndose hacia el camino de acceso hacia la mansión Blancquarts.

– Justo como dije, Ralph está en casa. – Y la vampira corrió por el pasillo y escaleras abajo para recibir a su hermano.

Decidí que sería mejor acomodar todo antes de que abandonara la habitación. Crucé la puerta que Malenne me había señalado como el closet. Y como esperaba a un nivel completamente inconsciente, el armario era más grande que la habitación. Cruzando la monstruosidad de roperos empotrados, perchas y estantes, había una puerta más. Entré en el baño para arreglarme el cabello, y una vez más me maravillé ante la presencia del gusto exquisito de mi amiga. Había una bañera inmensa y redonda en el medio de la habitación. Que estaba completamente cubierta de mosaicos azulados. También, un espejo enfrentado a la puerta, cruzando la bañera. Me acerqué y revisé mi reflejo.

Bueno, había tenido mejores días.

Tenía todo el delineador corrido, haciendo un camino negruzco por todo el trayecto en el que habían caído mis lágrimas. Así que giré el grifo del lavamanos y mojé mi rostro. El maquillaje terminó de salir. Volví al closet y ordené en menos de un segundo la ropa que había traído al viaje.

Deshice el camino hecho por mi amiga y por mí, llegando a la estancia donde se encontraban los Blancquarts, abrazados como si en realidad hiciera bastante tiempo que no se vieran.

Había percibido siempre que ellos eran muy unidos. Malenne parecía la hermana perfecta, esa que siempre vela por la seguridad y el bienestar del otro. Raphael representaba la consciencia, la que siempre te guía hacia el camino correcto, y también la compañía silenciosa que cualquiera necesita de vez en cuando.

Como siempre, al verme compusieron sus espectaculares sonrisas, como si tan solo el hecho de mirarme les alegrara completamente el día.

– Rennesme, espero que hayas podido instalarte cómodamente, y que disfrutes de la decoración de tu cuarto mientras te encuentres aquí. – Dijo Ralph, haciendo una ligera reverencia al terminar de hablar.

– Ha sido fantástico, de verdad les agradezco. – Y me acerqué hacia ellos, ciñéndolos entre mis brazos ardientes. No parecían incómodos ante el sofocante contacto con mi piel. En cambio, devolvieron el gesto con idéntica intensidad.

– Te agradecemos nosotros, Rennesme, no tienes idea de lo que has cambiado nuestras vidas. – Comenzó Malenne – Antes, no teníamos rumbo, viajábamos de aquí hacía allá. Tal vez buscábamos algo, tal vez ese algo eras tú. Una amiga, alguien especial, alguien en quien podamos confiar. – Deshizo el abrazo y me dedicó una mirada dulce, cargada de afecto.

El gesto me embargó de una manera total. Cuanto cariño les tenía a esos dos extraños vampiros, tan diferentes a todos los que conocía. Eran niños, perdidos en el mundo. Independientes, sí, pero con una visión rayana en lo infantil que les confería un aura misterioso. Las lagrimas comenzaron de nuevo, antes de que siquiera fuera conscientes de ellas.

– Por favor, no llores de nuevo. Nos duele verte llorar, pues de verdad te queremos, Reneesme, eres nuestra única amiga, y parte de nuestra vida. – Dijo Raphael, tomándome la mano y apretándola fuerte, en un gesto de compañerismo y aliento.

– Estas lágrimas son diferentes a las otras, Ralph. Lloro porque de verdad me ha conmovido lo que me dijeron, y porque siento exactamente lo mismo hacia ustedes. Son mis amigos, yo lo quiero con toda mi corazón. – y corrí la ultima lagrima que cayó sobre mi mejilla.

– Creo que ya han sido muchas escenas emotivas por el día de hoy. – Dijo Malenne – ¿Quieres ver el resto de la casa? – Propuso.

– Desde luego. Raphael, Mallie me ha dicho que tú la diseñaste. Es una casa hermosa. – Le dije al vampiro.

– Gracias, es genial que te guste. Esta casa tiene bastante tiempo aquí. La mande a construir hace casi cuarenta años, y la habitamos hace ya cinco.

Al lado de la puerta de entrada a la casa, había otra un poco más pequeña y bastante más disimulada con la decoración de la casa en general.

– Este es el garaje, sale hacía un camino que construimos para que se comunique directamente con la autovía. – Explico Raphael. Abrió la puerta con un suave giro de la muñeca, y encendió la luz a su costado.

El lugar era colosal. Era un sueño hecho realidad para cualquier aficionado a los automóviles. Había cinco hileras de autos. Todos te quitaban el sueño, cada uno con un estilo completamente diferente al anterior, pero igual de hipnotizante.

Landborgini, Ferrari, Ashton Martin, BMW, Audi, Mercedes Benz y tantas otras marcas renombradas de autos impecables. Incluso vi, como había dicho Malenne hace ya unos días, que algunos modelos se repetían, y solo cambiaba el color. Conforme mi vista se enfocaba en la profundidad de ese garaje, que me pareció interminable, los hermanos Blancquarts sonreían más y más.

– Esto es increíble – Dije en un susurro que incluso me pareció bajo a mí.

– Sabíamos que te gustaría. – Dijo Malenne.

– Igualmente, tengo que agregar otro auto a nuestra colección, hermana. – Dijo Raphael, para luego mirarme a mí – Tu auto es magnifico, Rennesme, en cuanto tenga un tiempo libre voy a ir a Anchorage a comprar uno exactamente igual. – Dijo, sonriendo.

– Sí, es un auto increíble, mi padre lo eligió, calculo que también mi tía Rosalie habrá tenido algo que ver en ello, porque le encantan los automóviles. Apuesto que debe tener algún trabajo hecho por ella para que sea tan fácil manejarlo. – Le contesté

– Entonces tendré que despedir a nuestro mecánico actual. – Sonrió de nuevo – Al parecer, Rosalie Cullen es la mejor.

– ¿Pero tenemos espacio para un auto más, hermano? – Intervino la vampira rubia poniéndose de puntas de pie, como si estuviera revisando la enorme habitación.

– Creo que veo un espacio, allá muy a lo lejos. – Contesté a la pregunta antes que Raphael, entrecerrando los ojos, en plan de broma – Sacarlo podría ser un verdadero fastidio, Ralph. Yo que tu lo pensaría dos veces. – Y los tres reímos al mismo tiempo.

– Puede ser, pero ya me he encaprichado con tu auto, así que lo compraré. – Dijo.

Estuvimos en el garaje un rato, recorriendo los pasillos que dejaban cada uno de los autos entre sí. Vi un Porche Turbo 911 color amarillo, exactamente igual al que tenía mi tía Alice. Cuando nos hartamos de ver autos tan hermosos, volvimos a la tranquilidad de la estancia. Nos sentamos en el espacioso sofá de cuero negro que se encontraba allí.

Durante un momento, estuvimos los tres en silencio, solo mirando el techo o la televisión, cada uno ensimismado en sus asuntos. Luego, Malenne habló:

– Rennesme, hay algo que olvidamos decirte. El miércoles, luego de que nos dijiste que vendrías, recibimos una llamada de uno de los accionistas mayoritarios de una de las empresas que tenemos aquí, en Douglas. Dijo que toda la familia Blancquarts – hizo una mueca – debía asistir a una fiesta que se da esta noche en un salón del centro de la cuidad. La cuestión es que no podemos negarnos, ya que se discutirá una decisión muy importante para el directorio.

– Oh, claro, entonces no se preocupen, vayan y yo me quedaré aquí. No sería bueno que descuidaran sus negocios por una tontería. – Contesté, aunque me costó trabajo disimular mi desencanto.

– No, en realidad, lo que intentábamos decirte, es que nos gustaría que vinieras con nosotros. Es una fiesta pequeña, pero no habrá problema en que vengas, la familia Blancquarts en el segundo accionista importante. – Dijo Raphael.

Dudé un segundo. Nunca había ido a ese tipo de fiestas. Además tampoco tenía un atuendo elegante con el que presentarme.

– No lo sé, chicos. No tengo nada que ponerme. Si es una fiesta de etiqueta, nada de lo que traje para pasar el fin de semana servirá.

– Eso no es problema, justamente, Raphael acaba de traer del sastre un vestido que diseñé para ti. – Contestó mi amiga.

– Bueno, en ese caso, creo que no tengo excusa para negarme ¿No? – dije, y me relajé ante la perspectiva.

– Perfecto, entonces ya esta dicho, vamos a la fiesta esta noche. – Concluyó Raphael.

Continuamos hablando del evento que se nos venía encima.

A medida que transcurría la tarde, el ambiente fue cambiando. Hacía más calor que de costumbre, o mejor dicho menos frío. Se sentía bien estar con ellos de esa forma, sin que estén en las inmediaciones humanos entrometidos.

Conversamos de varias hasta que Malenne salió con algo que no me hubiera esperado.

– Sabes, tengo muchas ganas de nadar – Dijo en un cambio total de tema, mirando a su hermano.

– Si, yo también, ¿vamos a la piscina, Nessie? – Dijo Raph.

– ¿Tienen piscina? ¿Aquí, en la casa? – Pregunté extrañada.

– Claro, donde debería estar la cocina, hay una. – Contestó la vampira con una sonrisa.

– Supongo que tampoco trajiste traje de baño, ¿A que no? – Dijo mi amigo, mirándome y conteniendo la sonrisa que ya se estaba formando en sus labios llenos.

– ¿Es que soy tan previsible, acaso? – Puse los ojos en blanco.

– Solo un poco – Contestó Raphael, esta vez sin disimular un ápice la sonrisa perfecta que hacia resplandecer su rostro de ángel.

– Bueno, eso no importa, vayamos hacia mi cuarto a cambiarnos, Ness. Todavía tenemos unas horas para prepararnos para la fiesta, así que podremos nadar cuanto queramos. – Interrumpió Malenne.

– Vale, vayamos a tu cuarto – le contesté, todavía prestándole atención a Raphael, que no había parado de sonreír.

Volvimos a subir las escaleras, y esta vez, nos detuvimos en la puerta del medio.

Como era de esperar, el cuarto de Malenne era grandioso. Con unas proporciones un tanto irreales, debía tener el tamaño de una pileta de natación olímpica. Desde luego, estaba finamente decorada, con muebles elegantes y alfombras costosas. Las paredes estaba pintadas de un blanco inmaculado, pero la personalidad estaba plasmada en la cantidad de accesorios multicolor de la habitación. Cortinas azules, una alfombra púrpura, un sillón casi tan grande como el de la estancia, tapizado con un cuero rojo sangre. Un escritorio colosal de color crema, sobre el que descasaban pilas y pilas de hojas con distintos proyectos de mi amiga. El cuarto era magnifico. Para lo que no estaba preparada, bajo ningún concepto, a pesar de haber vivido con Alice Cullen desde que nací, fue para ver el tamaño gigantesco de su armario. Era enorme, incluso podría entrar sin problemas varios de los autos que descasaban abajo en el garaje. Y no solo eso, tenía cientos de prendas perfectas de muchos diseñadores famosos. Valentino, Alexander MC Queen, Dolce & Gabanna, Oscar de la Renta, Dior, Christian Lacroix, Giorgio Armani, todos, menos Versace. Al parecer, no le agradaba ni siquiera el nombre.

Buscó entre la multitud de prendas y extrajo dos bikinis diminutos, uno azul y el otro negro.

Obviamente, la parte de arriba me quedaba un tanto grande, ya que mi amiga me ganaba tantos centímetros en busto, como yo se los ganaba en altura.

Al salir de la habitación, vimos a Raphael apoyando un costado de su cuerpo sobre la pared. Él también llevaba puesto un traje de baño. Un pantalón corto, tal vez un poco ajustado a su cuerpo perfecto, que le llegaba pasando solo unos centímetros la entrepierna.

Sería mentir muy descaradamente si dijera que no era un espectáculo digno de ver.

Todo su cuerpo de mármol blanco estaba tonificado, y se podía apreciar lo definido las líneas de su abdomen, el contorno de su pecho esbelto, sus bíceps enormes. Sus piernas esculturales.

No le di mayor importancia al tema, y seguí pensando en otras cosas. Mi mente voló al acontecimiento nocturno. Nunca había ido a esa clase de fiestas, y lo cierto es que estaba nerviosa.

¿Cuanto más me enseñarían del mundo los hermanos Blancquarts? ¿Cuánto más sabían que yo? Reí internamente al darme cuenta de que no importaba, porque ellos me trataban como su igual.

– ¿Vamos? – Preguntó Malenne.

– Claro. – Dije Sonriendo.

Luego los tres nos dirigimos hacia la piscina, hablando y bromeando sobre la fiesta que nos esperaba. Mientras algo me decía que esa noche sería memorable por muchos motivos, pero el principal era porque estaba con ellos.


50 comentarios:

Anónimo dijo...

este capitulo estubo buenooo y espero que el 14 este demaciado interesante porque rahp se le nota su atraccion a nesie

Anónimo dijo...

ta muy weno este capitulo
ojala k el 14 este igual de weno o mejor
ya kiero ver k pasa en la fiesta =)

paola dijo...

uy uy uy uy, que bruja esa michel pero bueno, lo bueno es que cuenta con dos buenos amigos, al parecer..... eh. muchas felicidades de verdad me gusto mucho el capitulo, pero espero con ansias poder leer el siguiente

Anónimo dijo...

esta muy bacano el capitulo..me alegra que ness tenga verdaderos amigos como rapha y mallie....espero que su amistad no se desvanezca.......
...nohemi alvarez

Anónimo dijo...

muyyyyyyyyyyyyy bueno! me encanta m gustaria q nessie tuviera algo cn ralph jeje.... segui asi sos muy buen escritor

Eliana Jurado de Pattinson ♥ dijo...

u.u esta muy bueno este capitulo
ojala que el 14 sea fantástico
yo quiero ver que pasa con nessi y raphel que en verdad debe de estar guapísimo !!!

Anónimo dijo...

siii esta muy bueno!! sorry pero cuando publican el capitulo 14???? Lara.

Anónimo dijo...

Estuvo muy bueno el capitulo. Segui asi. No puedo esperar para leer el capitulo 14!!!!!!!!! Muy buena la historia.
Sol

Anónimo dijo...

Q buena q se esta poniendo la historia! me encanta raphael!! jajaja ojala los lleve a conocer a los cullen xD muy bueno tu trabajo! =)

Anónimo dijo...

muy buen capitulo pero me dejo con ganas de mas :( y creo que tendremos que esperar 2 semanas mas para leer el 14 lo cual es demasiado tiempo pero bueno todo sea porke los capitulos sean iwal de buenos....
que pasara en la fiesta ya quiero saber!!!

Anónimo dijo...

heii estubo geniallllll

espero con ansias el capitulo 14

oh quiero saber ya lo que pasa en la fiesta

Agus :B dijo...

nooo! por dios es posible que me haya devorado lño suficientemente rapido este capitulo? ya quiero ver que pasa y no puedo esperar dios mio yo pense que en este cap iva a entrar su tiempo en la picina y la fiesta (es que estoy acostumbrada a los libros que sigo y sigo y siiiigo) jaja genial dios mio que voy a leer mientras tanto.... uff ya quiero que venga el que sigue ME DA CURIOSIDAD! jeje buenisima la novela

Dall dijo...

Esta super... el capitulo me gustaria ver no se en los proximos capitulos algo de pelea jejej es decir q ralf se acercara a nessi y de pronto llegara una visita inesperada de jacob quien sabe... y en la misma navidad cuando nessi vuelva a casa y se lleve a su nuevos amigos jejeje...

Saludos...

Anónimo dijo...

hola.... bueno aki sta mi comentario....jeje... solo t puedoo decir k t sigo desd tu primer capitulo y m e enamorado mas y mas de tus escritos.... m doy cuenta k eres una persona super linda, con mucha creatividad.... te reflajas en cada uno d tus personajes unos creados por ti y otros por stephanii... peroo tu le pone algo d tii... lo see.... que mas te puedo decir k no t aian dicho?? k eres un chico super especial, que espero k sigas escribiendo este y muchos mas libros por asi decirlo jeje....y que los compartas con tu amiga d monitor jeje auch ya sabras kien soy?? mmm..... no lo seee tq.. y gracias por hacerm pasar una tarde linda leyendoo este capitulo... apesar de todo lo que m a pasado en estas 2 semanas m trankilize y concentre me gusto estoy ansiosa por que salga el prox capitulo besitos......DGBC......

valitaunseen dijo...

Genial! Mentiría si dijera qe no me enamoré de esta historia... Me encanta la relación que se formó entre ese trío, de verdad, me emocionó muchísimo :D Se siente tan real, lo expresas tan bien, eres un genio.

Bueno eso, sigue así y espero el próximo... Nos leemos ;)

Cuidate ^_^

Anónimo dijo...

Vaya!! q bien escribes! me encantan todos los capitulos! ERES UN GENIO
ya quiero leer el capitulo 14 :)!!
sigue asi xfavor! bzos! :)

vivi denali dijo...

me encanto fascinante no se porque me sigue dando la idea de que raph le gusta ness es muy atento pero bueno espero el otro cap

Mica dijo...

Que bronca. Ayer quise comentar y no me dejaba ¬¬
Parece que la amenaza de los LPB no alcanzo u.u TE VOY A IR A BUSCAR (ahora que masomenos se donde vivis) CON LOS CHOWA, LOS LPB, LOS DEL FONDO, LOS LPH, Y TODAS LAS BANDITAS DE QUILMES.
no sólo quiero que YA llegue el capitulo treintatantos sino que en este capitulo no me dijiste nada RELEVANTE! QUIERO ACCION!
JUM

joce dijo...

me encanto!!
quiero saber que pasa en la fiesta...
:)

Anónimo dijo...

estaaaaa pero recontra emocionante la historia , sigue y sigue escribiendo . saludos n.n

Anónimo dijo...

ESTA MUY BUENO!
SI TE PESCAN TE PUEDEN DEMANDAR!
JAJ!
HAY ERRORES EN LOS VERBOS PERO MUY BUENO AL FIN!
TENEME EN CUENTA CUANDO ESCRIBAS!
NO COMETAS TONTOS ERRORES!
JAJ!

Anónimo dijo...

bueno dejame decirte q tu historia es increible, me encantas como escribes ojala q en el capitulo 14 se vea mas a raph y nessie. espero con ansias el otro capitulo =D

Anónimo dijo...

la verdad me gusto mucho y estoy esperando el sigiente capitulo me gustaria ver como trmina todo raphael siente una atraccion por nessi que pasara con ella??? no puede dejar a jake.....

Anónimo dijo...

guau! me encanta, hace 1 semana qe me entere
de este libro y desde ahi no dejo de leerlo,
eres increible, me gustaria que pase algo
entre raph y nessy pero pobre Jacob!
Ya no puedo esperar a que publiques el capitulo
14, espero que sea igual que bueno que los demas.Apuesto que si.

Anónimo dijo...

si se nota k a rahp le gusta nessie regalarle muchas cosas cmo k ya se paso ¿no?

Sary Madera dijo...

Que lindos que son esos hermanitos!!
Me encanto que Nessy encontrara amigos así no como la tonta de Michell...
Ya quiero ver que pasa en la fiesta, solo que no quiero que se dañe la relación de Ness y Jake por Ralph... Pero bueno esperare a ver que rumbo toma la historia.
Sigue así de excelente!!!

Anónimo dijo...

Hola en una semana y poco me he leido todos tus capitulos, estoy realmente impresionada con tu forma de escribir. La espera estoy segura de q se me hara larga porque de veras q dejaste el capitulo super interesante....ya deseo saber q ocurre, jajaja me encantaria ver a los cullen junto a los hermanos Blancquarts, me imagino a la danzarina de Alice deslizandose x ese tremendo armario, a Rosalie en el garage....
Besos Genio te esperamos intrigados no nos falles...RoCy

Valentina * dijo...

Hola Pabli! Bueno primero que nada felicitaciones, me encantó el capítulo! De hecho hace muy poco me entere de la existencia de Ocaso Boreal por lo que lei todos los capítulos entre ayer y hoy, y me fascino! Solo dos cosas: la primera es que debes cuidar las faltas de ortografía, sobre todo en lo que respecta al nombre de la protagonista. Y segundo, hay partes que se me hacen demasiado "acarameladas", aunque eso es una opinión personal jeje.. Por lo demás, simplemente GENIAL, muero por saber qué va a pasar con Michelle y si Raphael esta enamorado o no de Renesmee! Te felicito nuevamente por como escribes y gracias por subirlos, me tenés intrigada! Espero el proximo capítulo, saludos!! :)

Anónimo dijo...

me gusto mucho, sigue subiendo y no te tardes tanto

Maddie dijo...

Dios! Pabli mee enknta tu novela *---*
Yaa se noota qe Raphael gusta d Nessi :B
Jaskasjha' peroo iwal si pasara algo entre ellos, ella no prodia djar a Jacob xqee stan imprimados<3
Uff' ya qiero vr qe paasa en la fiesta^^
Y tambn seriia bueno qe Nessi se llevara a Ralph & a Malenne a Forks, o qee los Cullen & Jacob vinieran dee visita -^^-
Yaa qiero el proximo capitulo!!!...

Amoo la saga d Crepusculo *-----*

P.D.: Siigan mi blog pliis! www.meguztalelecheconchocolate.blogspot.com -^^-

Anónimo dijo...

OMG este libroo0 sta muy bueno0o0 esper0o con ansias el cap 14 ;) no puedo0o dejar de leerlo y emocionarme

Patrulla Dragón dijo...

Excelente lo espere por mucho dias lo cual me parecio muchisimo tiempo! Gracias por compartir!

Unknown dijo...

Quiero que llegue la fiesta ¿que pasara?

Te apoyo en lo de revisar bien el capi antes de publicarlo, yo hago lo mismo, no me gusta leer ff con fallas, pierde la magia.

http://desolydelluvia.blogspot.com/2010/09/infinito-introduccion.html

megumi972 dijo...

es muy bueno , espero que el siguiente tambien lo sea.cuando lo publicaras ????

Fran Sazo dijo...

Pabli, sabes qe fue lo bueno de haber tenido mucho en la universidad? Fue haber leido este capitulo ahora recien y qe ya qeda super poqisimo para el proximo! Me encanto, así como mucho, necesito esta historia, me gusta tanto, nose qe haré despues qe la termines.
Sigue así amigo, mucho exito, sabes qe tu historia me fascina.
Bye

Fran

Anónimo dijo...

amo este libro me gustaria que nessi este con raphael(L

buenoo espero que los proximos capitulos sean = de buenoos

Anónimo dijo...

la verdad me encanta los capitulos escrito hasta aca , una amiga me dijo de la pagina i ayer empeze a leer i hoi ya termine con todos los capitulos , espero qe nessie tenga algo con raphael , pero qe a final se qede con jacob ,la verdad te re contra felicito sos un genio , nos hacia falta algo asi a los fans para qe la espera para el estreno de la peli de amanecer se nos haga mas llevader GENIO!

Anónimo dijo...

hola quiero saber cuando pablii pone el siguiente capitulo

Anónimo dijo...

Es la primera vez que entro al blog, ya habia visto algo en face sobre este libro.. me copie los capitulos que hay hasta ahora y voy a empezar a leerlo :)

Anónimo dijo...

la verdad q esta muy bueno me encantan las peliculas de crepusculo!!!

Anónimo dijo...

ame komo escribes esta genial
ya he leido los capitulso komo 3 veces
espero el nuevo sigue asi
mil gracias por escribir esto me encanto

Dall dijo...

que ratada tan grande jajaja madre e hija tal para cual.... y el pobre jacob alli sufriendooo... jajajaj No, mentira.. jajaj me gusta el libro esta super pero hasta cuando jacobb... jajja la verdad yo, mi querido jacob no te haria sufrir asi jajajaj.... Saludos pabli

Anónimo dijo...

bueno al parecer se be q los hermanitos son buenas personas pero como paso con michel espero q no pase con los hermanos vampiricos..y por lo demas siento q falta algo la otra parte la fam.cullen ,jake...no es bueno q los hayas hecho a un lado desd el inicio ..y aventures una novela solo de nessi cullen como huerfana..los demas son importantes..lyon

Anónimo dijo...

qiero saber cuando empiesan los demas
capitulos ya lei todos en 2 diass :A
cuantos capitulos son???

Isabel Ng Wu dijo...

k capiitulo!!!
ellos viven como el mismiito presidente!!!
:D

lisy dijo...

La personalidad de los hermanos Blancquarts es muy parecida a los Cullen y Nessie demuestra que se siente en familia con ellos.
La dulsura de Ralphael me recuerda e Edward y a Jasper y Malenne me recuerda a Alice por su espiritu alegre y libre, Y a veces a Esme y Bella por la ternura con que le de consejos a Nessie.

PABLI esta fenomenal el capitulo

Besos y abrazos con cariño ,

LISY

LIRA::: dijo...

aaah!!!
que buen capitulo, estubo genial me gusto por que en los hermanos pones muchas caracteristicas de la familia de nessie, y es por eso que le gusta estar con ellos
pero en fin ya quiero leer otro capitulo
cuidate mucho besitos

Anónimo dijo...

muyy muyy bueno, estos hermanos son geniales muy especiales con nessi... kt

Anónimo dijo...

nose xq me da q los hermanos franceses se traen algo entre manos.. aunq luego pienso q es sincera la amistad.. nose, tengo la duda y eso lo hace realmente interesante.. estoy tan enganchado como lo estube de lq saga. enhorabuena artista.

Maevehf dijo...

Había olvidado lo muy enamorada que estoy del papucho de Raphael Blanquarts